El mercado es un entorno tanto competitivo como cambiante. En este contexto, ninguna empresa envuelta en el mecanismo y dinámica del mismo se salva de esta situación. La competitividad es un factor fundamental para conseguir unos buenos resultados y aumentar la productividad. Por eso, hoy os contamos qué factores hay que tener en cuenta para ser competitivo en el mercado internacional.
 

Adecuarse al mercado

El primer paso que debemos realizar es darnos cuentas de la diferencia existente entre el mercado nacional y el internacional. Cada país tiene unas costumbres y cultura determinada, por lo que no se puede actuar de la misma forma en todos ellos.
 
Concretamente, el primer paso que se debe realizar para lograr la competitividad en el mercado internacional es el de estudiar el mercado en el que la empresa quiere comercializar sus productos.
 
Por lo tanto, en este paso es fundamental conocer cómo piensan los futuros de clientes del país al que se va a introducir. Además de esto, también es importante saber cómo se comportan frente a los nuevos productos y a qué aspectos les otorgan más importancia.
 

Diseñar una buena estrategia

La base del éxito se basa en tener una buena estrategia en la que se contemplen todos los aspectos relativos al producto o servicio y a sus condiciones de comercialización.
 
En esta estrategia, debe aparecer aspectos como la forma de promoción del producto, el precio o incluso el envasado y etiquetaje. Se deben tener en cuenta todos los aspectos legales que deben aparecer en la etiqueta o que el producto debe tener.
 
De esta forma, se evitará el fracaso del mismo y la creación de una mala imagen en el nuevo mercado.
 
En esta fase se pueden plantear diferentes estrategias relacionadas con precios: lanzamiento del producto con un precio elevado para progresivamente ir bajándolo o viceversa, etc.
 
El factor clave en el diseño de una buena estrategia es tener en cuenta los aspectos más importantes que la empresa busca trasladar al mercado. En este enfoque se incluye un enfoque relacionado con los valores a transmitir, así como un análisis y estudio completo de las condiciones de rentabilidad que debe cumplir la empresa.
 

Contratar un buen servicio de transporte y distribución física

Se trata de dos aspectos fundamentales para lograr el éxito en la comercialización de los productos. En general, en torno a este ámbito, debemos tener en cuenta estos tres elementos que contribuirán a lograr una mayor competitividad:
 

– Ruta de suministro bien marcada.

– Rutas principales y secundarias.

– Cadena de mando eficiente.

Debemos tener en cuenta que los costes logísticos relacionados con el transporte de mercancías suele ser elevado. Partiendo de esa base, la meta consiste en optimizar al máximo los trayectos que se realicen con los vehículos contratados. Para ello, planificar las rutas y la carga que se repartirá cada día resultará fundamental.
 
Por un lado, hemos de mantener siempre un stock de seguridad de nuestros productos. De esta forma, evitaremos el no poder proporcionar un servicio de calidad a nuestros clientes. Por lo tanto, se trata de gestionar de forma eficiente el control de stocks.
 
Por otro, se debe tener en cuenta que la distribución física es la última fase del proceso logístico, en la que el cliente entra en contacto directo con el servicio prestado y contratado con el servicio. Por lo tanto, en este ámbito será fundamental contratar una buena empresa de transporte que ofrezca un buen servicio y trato con el cliente.
 
 
Estas son las tres claves que te ayudarán a ser competitivo en el mercado internacional. Como veis, algunas son más genéricas y aplicables también en el ámbito nacional. No obstante, todas ellas deben ser planteadas si buscas expandir tu alcance en el mercado.
 
Desde Fast Freight aconsejamos acudir siempre a profesionales del sector que ofrezcan un asesoramiento y servicio personalizado a cada caso.