La logística y almacenaje de mercancías es un aspecto fundamental para las empresas que se dedican total o parcialmente al desarrollo de esta actividad. En estos casos, la organización del almacén es fundamental para conseguir la mayor rentabilidad posible. Además, una buena organización también permite llevar un mayor control de las mercancías que se encuentran almacenadas.
 
Existen diferentes metodologías y sistemas de almacenaje que permiten llevar un mayor control de las diferentes cargas. No obstante, hoy te traemos algunos trucos que te permitirán optimizar las funciones del almacén y plantearte otros sistemas de gestión.
 

Algunos consejos para la gestión de almacenes

Dependiendo de la actividad y el tipo de infraestructura de la que se disponga, se podrán realizar unas u otras acciones. No obstante, algunos de estos consejos pueden llevarse a los establecimientos más pequeños:
 

– Reduce los “tiempos de viaje”.

– Ayúdate de la tecnología.

– Mide tus resultados.

Reducir los “tiempos de viaje”

En ocasiones, los trabajadores pasan la mayor parte del tiempo realizando vueltas alrededor del almacén, buscando la mercancía que se requiere. En este punto, la organización en función de las demandas de los clientes y la asiduidad de estos, es fundamental.
 
Es decir, puedes establecer diferentes zonas; bien por clientes, bien por tipología de mercancías, o incluso cruzarlos. También puedes tener en cuenta la fecha en la que la carga ha de salir del almacén.
 
La elección de una dinámica concreta dependerá del tipo de mercancía, espacio, y clientes.
 

Ayúdate de la tecnología

La automatización en las diferentes áreas puede generar diferentes escenarios eficaces. Además de, en determinados casos, reducir el esfuerzo físico de los trabajadores, las nuevas tecnologías incorporan mecanismos de organización y control de la mercancía. A través de estos mecanismos se pueden agilizar tareas como la búsqueda de determinadas cargas.
 
Esta automatización también permite llevar un mayor control de las operaciones que se realizan con las cargas, aportando a los clientes información más precisa sobre el estado de su carga.
 

Mide tus resultados

Saber qué recursos se emplean para cada acción es fundamental para encontrar taras y solucionarlas. Por ello, es imprescindible realizar un histórico en torno a la actividad que se está realizando.
 
De esta forma, se pueden medir diferentes recursos: económicos, humanos y temporales. Evaluar la eficacia de cada uno cruzando estos parámetros puede ser una forma de evaluar el trabajo que se está realizando. Hablar con los empleados para conocer sus impresiones y aspectos que se podrían mejorar en los diferentes procesos también puede ser otra forma de mejora.
 
Esto ayudará también a anticiparse a las necesidades de los clientes y organizar mejor el espacio del que se dispone en el almacén. Por ejemplo, saber qué clientes y cuánta mercancía se almacenan según la temporada en la que se esté son parámetros que ayudarán a alcanzar esa anticipación.
 
 
La logística es un campo que está en constante desarrollo, buscando hacer de sí misma un sector mucho más sostenible y respetuoso. ¡Esperamos que estos consejos os ayuden a reflexionar y rentabilizar el almacenaje de mercancías!