Durante los últimos años se están aplicando las nuevas tecnologías en cada vez más ámbitos de la vida diaria y la organización empresarial. En concreto, el llamado “Internet de las Cosas” está suponiendo una nueva forma de agilizar y rentabilizar los procesos.
 
Pero, ¿qué es exactamente el Internet de las Cosas?
 

IOT

El Internet de las Cosas o IoT por sus siglas en inglés. En esencia, el IoT se basa en aprovechar la capacidad de los objetos para obtener información relevante del entorno y maximizar la comunicación entre sí.
No obstante, la tecnología IoT no es capaz de comunicar todos los objetos entre sí. En general, son los dispositivos antiguamente conectados a través de un circuito cerrado los que, a través de esta tecnología, se conectan globalmente.
 

Características de los dispositivos iot

– Conectividad y big data. Como consecuencia de la conexión de los diferentes dispositivos de forma remota, la información captada es mucho mayor. Estos datos almacenados generan una potente herramienta de organización y maximización de procesos.

– Inteligencia artificial. La inteligencia artificial necesita del big data para su correcto funcionamiento. A través de los datos recopilados y los protocolos de comunicación establecidos, las acciones que realizan los dispositivos son mucho más acertados y seguros.

– Red de redes. El IoT se consolida como una gran red de redes, que permite comunicarse a travé de la conexión a internet. Como ya se ha comentado con anterioridad, a través de los objetos conectados entre sí, se genera una gran red de información y datos almacenados a través de los cuales comunicarse con los diferentes dispositivos.

¿Cómo puede el Internet de las Cosas afectar a la logística?

La logística es una disciplina que, cada vez con mayor agilidad y rapidez, se adapta a las nuevas tecnologías. En concreto y relacionado con el Internet de las Cosas, según los datos proporcionados por Cisco, líder mundial en telecomunicaciones y TI, se estima que hasta el 25% del valor generado por el IoT está directamente relacionado con la logística.
 
Aunque la integración del Internet de las Cosas en los procesos logísticos supone una gran inversión para las empresas, con ella se multiplica las posibilidades de ofrecer un servicio más competitivo y diferenciado a sus clientes.
 
En concreto, esta tecnología afecta al sector de la logística y el transporte en los siguientes ámbitos: cadena de suministro, almacén y gestión de la flota.
 

Cadena de suministro

Como consecuencia de la conectividad entre los diferentes dispositivos, las cadenas de suministro son mucho más eficaces y fiables. Al tener un mayor control del stock, los errores de la producción queda limitada a errores por falta de material.
Esto contribuye al cumplimiento de los plazos propuestos, así como a llevar un mayor control del stock.
 

Almacén

Las estanterías y maquinaria que recibe la mercancía puede identificar si el palet que ha sido colocado no es el que debería albergar. También contribuye a que la colocación sea la correcta y con la prevención de accidentes. En concreto y en torno a esto último, puede contribuir optimizando su recorrido y los tiempos invertidos.
 

Gestión de la flota

A través de la tecnología utilizada, se puede alertar sobre posibles roturas o daños en los vehículos, agilizando la puesta en marcha de soluciones. El Internet de las Cosas permite recibir y gestionar estos datos en tiempo real, mejorando la funcionalidad y organización de las empresas.
Además de estas ventajas relacionadas con el vehículo, también se han de tener en cuenta los avances relacionados con la mejora de la comodidad del conductor, así como la facilidad en la navegación o el estado de las carreteras.
 
 
Como veis, son muchas las ventajas extraídas del Internet de las Cosas en torno a las funciones más básicas de organización y adaptación de la información recogida. Todo esto supone una gran ventaja competitiva para la empresa, pudiendo optimizar su tiempo y recursos invertidos. Por otro lado, con su aplicación también se genera un mayor beneficio para los potenciales clientes, al mejorar las prestaciones y calidad del servicio.