La tecnología ha revolucionado todos los sectores en los que se ha introducido. En este caso, hablaremos de esta disciplina en la logística de última milla para saber qué mejoras se han producido.
 
Para ello, primero debemos dar respuesta la primera pregunta que nos surge: ¿qué es la logística de última milla?
 
Este concepto se refiere a las actividades que tienen lugar durante el último segmento de la red logística. Es decir, la fase del proceso en la que la mercancía se está transfiriendo al destinatario final.
 
Estas entregas de última milla representan hasta el 40% del coste total de las operaciones dedicadas al transporte de la cadena de suministro. Generalmente, esta logística supone un precio más alto y es la fase menos respetuosa con el medio (ecológica) de la cadena de suministro.
 
Aunque, a priori, puede parecer un concepto sencillo, son varios los factores clave que complican su ejecución y reducción de costes.
 
La clave tecnológica en la logística de última milla reside en la incorporación y utilización del big data.
 

El big data en la logística de última milla

El big data es la tecnología a través de la cual se facilita la explotación de datos. Actualmente, son cada vez más la cantidad de datos que se guardan en formato digital. Ante este volumen de datos, surge la necesidad de estructurarlos, filtrarlos y seleccionarlos para que puedan estudiarse. Es, a través del big data, que se posibilita la explotación comercial de estos datos.
 
Esta tecnología se ha implementado en diferentes sectores. Pero, ¿cuáles son las ventajas que ofrece para el sector logístico?
 

– Mejora de las rutas de envío. Esto se realiza como consecuencia de la información recopilada. Esta, tiene en cuenta el tráfico de la zona y la climatología.

– Aumento del conocimiento de los clientes. Concretamente, a través de los diferentes registros de datos digitales, se puede conocer el comportamiento de estos. Por ejemplo, podemos saber qué es lo que piensan de la empresa, por ejemplo, a través de la información que nos facilitan las redes sociales.

– Agilizan y optimizan los procesos. Principalmente, esto se logra gracias a la recolección de los datos durante todas las fases del proceso logístico.

Además de estas principales ventajas, también podemos diferenciar el tipo de entregas que se realizan gracias a la tecnología. En concreto, se mejora el servicio prestado gracias a la posibilidad de generar entregas localizadas y redes de entrega más flexibles.
 
Otro aspecto fundamental para mejorar la rentabilidad en este ámbito consiste en realizar un histórico de todas las operaciones comerciales negociadas, para conocer la influencia que tienen aspectos como la estacionalidad.
 

La última milla y la batalla para reducir los costes

Como ya hemos comentado con anterioridad, la logística de última milla supone una gran inversión por parte de la empresa que la ejecuta. Por lo tanto, se busca la reducción de los costes en este ámbito.
 
En este aspecto, la tecnología cumple una función primordial, ya que será la herramienta a través de la cual se analizarán los factores que se deben tener en cuenta. Por lo tanto, nos genera un punto de partida sobre el que comenzar a actuar.
 
Los potenciales clientes son cada vez más exigentes: periodos de entrega más cortos, conocer la localización de su envío en todo momento… Todas estas necesidades deben ser escuchadas y atendidas, con la finalidad de darles respuesta y buscar, desde la empresa, la solución más eficiente posible.
 
 
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