Una ruta marítima sirve para que los buques o navíos mercantes puedan llevar a cabo su tráfico comercial desde un punto geográfico a otro. A nivel de comercio marítimo global, el transporte marítimo es el método más utilizado.
 
Y es que casi el 80% de las mercancías que son trasladas mundialmente, viajan por nuestros mares y océanos. No es para menos, ya que es el transporte que soporta mayor movimiento.
 
Por esta razón, os traemos las rutas más significativas del mercado internacional actual.
 

Los cuatro ejes de las rutas marítimas internacionales

Estrecho de Malaca.
 

 
Se sitúa entre el mar del sur de China y el del océano Índico, por lo que está conectando dos de los mercados más potentes del ámbito asiático (China, Corea del Sur y Japón). Además, por otro lado, une otras economías emergentes del sudeste (Singapur, Malasia, Tailandia e India).
 
Esta ruta supone el 30% del comercio marítimo al año, esto es, un total de 50.000 naves viajan anualmente por estas aguas.
 

 

 
Situado entre el mar Mediterráneo y el Golfo de Suez, que da entrada al océano Índico desde el mar Rojo, encontramos el canal de Suez.
 
Este canal se considera una obra ingeniera de gran importancia para el comercio internacional. ¿Por qué? Gracias a ella se evita dar la vuelta al continente africano.
 
En este caso, esta ruta supone el 15% del comercio marítimo internacional, siendo la cifra de 20.000 naves anuales navegando por este canal.
 

 

 
Supone la vía principal para la industria del petróleo de Oriente Medio, ya que le permite la salida al intercambio de mercancías mundial. Su puerto se ubica en Dubai.
 

 

 
Este estrecho ha permitido unir el océano Atlántico con el Pacífico, sin embargo, por la mayor limitación que presenta para los cargueros, esta ruta sólo supone el 5% del total anual de los transportes comerciales marítimos a nivel internacional. 13.000 naves de media al año.
 

¿Por qué estas son las rutas marítimas más importantes?

La Tierra está cubierta por agua en dos terceras partes de su dimensión. Así, con la globalización, se necesitan métodos que cubran la necesidad de transporte de mercancías internacional, sin preocuparse por su volumen o peso.
 
El transporte marítimo, pues, permite transportar muchos tipos de carga (líquidos, sólidos o gaseosos) de la forma más económica, y esto es algo que no todos los transportes permiten.
 
Con el desarrollo de este tipo de transporte, se fueron contemplando una serie de factores que a día de hoy han sido los causantes de nombrar las anteriores rutas como las más relevantes a nivel internacional. Estos factores se basan en:
 

– Economía de combustible. Se pretende obtener ventajas en costes, por lo que las rutas marítimas están estructuradas para estimar con precisión la cantidad de combustible únicamente necesaria, sin abusos inútiles.

– Factores climatológicos y oceanográficos. Quedan estudiados los fenómenos naturales como las corrientes oceánicas, vientos predominantes, presencia de hielos flotantes y cualquier otro tipo de elemento que pueda interferir a la hora de llevar a cabo el viaje.

– Factores legales. También quedan analizados los aspectos legales, tales como las líneas de carga máxima permitidas.

– Cercanía a puertos intermedios. Esto es importante ya que, en caso de necesitar efectuar alguna parada forzosa por recibir asistencia o auxilio a tierra, será más seguro viajar por rutas próximas a puertos.

 
Todos estos factores hacen que la navegación comercial esté constituida por corredores marítimos, uniendo los puntos más reputados del planeta en relación a su volumen de tráfico.
 
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